domingo, 29 de julio de 2012

THE AMAZING SPIDER-MAN

El calor apretaba de firme. Era una de esas tardes del mes de julio en las que la calima es tan abrasadora que parece que en el aire se han agotado las existencias de oxígeno. Parecía el día idóneo para ir al cine. Dicho y hecho, el teniente Colombo y su sobrino decidieron disfrutar de la nueva entrega de la saga Spiderman (The Amazing Spider-Man, Dir. Marc Webb, 2012).
Por encima de todo, y con independencia de lo que opinen algunos críticos que han cuestionado la idoneidad de este remake de la primera entrega, el teniente Colombo quiere dejar claro que la película es puro divertimento, de principio a fin. En su opinión, la espectacularidad es la razón de ser del filme, con unas escenas de acción magníficamente bien rodadas. Los efectos especiales son, sencillamente, extraordinarios. En esta ocasión, el hombre araña es interpretado por el joven actor Andrew Garfield (que saltó a la fama con La red social), y al teniente Colombo le ha parecido una decisión de casting muy acertada; mejor, sin duda, que el insípido Tobey Maguire.
“En definitiva, dos horas largas de entretenimiento a raudales. ¿Qué más se le puede pedir a una película?”, se pregunta el teniente Colombo, trazando en su imaginación las ventajas que tendría en la comisaría si pudiera ir de edificio en edificio lanzando telarañas a diestro y siniestro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario