Como cada año, con la llegada del
periodo estival, en el mundo del fútbol se inicia el carrusel de fichajes,
despidos, traspasos, ceses, retiradas y… más fichajes. Esta escenificación,
convenientemente aderezada por la prensa deportiva que, gracias a ello,
subsiste en los meses de ausencia de competición, se mueve, en general, dentro
de unas cifras desorbitadas.
Al teniente Colombo el asunto le llama poderosamente
la atención, máxime en este momento, en el que el índice de paro y las fuertes restricciones
que sufre la sociedad española, no se corresponde, en modo alguno, con la
burbuja en la que parece vivir el mundo del fútbol, sine die. Esta evidente contradicción le trae a la memoria al teniente
Colombo la película Rain Man (Barry
Levinson, 1988), en la que Dustin Hoffman interpreta a un autista que vive en
su mundo, feliz e inocente, al margen de la realidad que le rodea.
“¿Será el
fútbol, y todo el entramado creado alrededor de los derechos de televisión, la
próxima burbuja que hará crack en
este país?”, reflexiona el teniente Colombo, mientras termina de preparar un
gazpacho veraniego, enriquecido con unas cerezas de la Vera.