viernes, 30 de septiembre de 2011

SOLIDARIDAD SIN GABARDINA

No todo en la vida del teniente Colombo son casos de asesinato. Hace algún tiempo entendió que la solidaridad es un valor a tener en cuenta, y muy importante. El pasado 24 de septiembre de 2011, con el fin de recaudar fondos para ayudar a aquellas personas que el destino abandonó en el km. 0 de sus vidas,  se celebró en Palomarejos Golf (Talavera de la Reina, Toledo, Spain), un torneo solidario de golf, con un éxito total.
En un día radiante de sol, y con una temperatura primaveral, alrededor de 120 personas, entre jugadores y simpatizantes, apoyaron el acto solidario con su juego y su presencia. El teniente Colombo no podía faltar, aunque esta vez, sin su gabardina. El calor apretaba de lo lindo.
El torneo contó también con la colaboración de un buen número de patrocinadores, sin los cuales no hubiera sido posible: ÁGORA KIOTO, AQUANIMA, DELGADO SELECCIÓN, DE RAZA, MEPABAN, PLANINTER, KONECTA BTO y PROSEGUR. Y, por supuesto, con el apoyo de PALOMAREJOS GOLF, cuya Gerencia Deportiva cuidó hasta el más mínimo detalle para que todo resultara perfecto en unas instalaciones impecables.
Un torneo de estas características tiene detrás un importante trabajo de coordinación y esfuerzo personal. Esa labor la realizó, con un entusiasmo desbordante, un gran amigo del teniente Colombo: Enrique Mercant. Sin su apoyo el torneo, sencillamente, no se hubiera podido celebrar.
Actos como éste obligan al teniente Colombo a seguir trabajando por los más desfavorecidos, y a seguir luchando por conseguir pequeños objetivos en un mundo cada vez más complicado.
See you next year at Palomarejos Golf !

sábado, 24 de septiembre de 2011

NOTICIAS DE PRENSA

Muere un hombre tras incendiarse su casa - Las Bolsas se desploman por el temor a la quiebra de Grecia - El INE confirma que la venta de viviendas ahonda su caída - La OCDE aprecia más signos de desaceleración - El deshielo del Ártico se acerca este año al máximo registrado - Al menos 44 muertos en Rusia tras estrellarse un avión Yak-42 que transportaba a un equipo de hockey - Un atentado suicida doble en Pakistán deja al menos 25 muertos y 61 heridos…“¡Qué barbaridad, los titulares de los periódicos no dan tregua!”, pensaba el teniente Colombo, agotado ante el rosario interminable de malas noticias…un día sí y otro también.
Y entre tanta desgracia y fantasmagóricos augurios, descubrió la siguiente noticia, medio escondida en las páginas de sociedad de su periódico de cabecera: Un bebé de un día recibe un marcapasos en un hospital de Granada. La niña está fuera de peligro. El teniente Colombo respiró aliviado.
“¿Por qué las buenas noticias, en particular cuando son de pequeña dimensión, no tienen la repercusión que siempre encuentran los desastres y las tragedias financieras, presentes o futuras?”. “¿Acaso no es más importante la vida de una niña recién nacida que el desplome de las bolsas?”, se preguntaba, perplejo, el teniente Colombo.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

MY TAYLOR IS RICH

Aprenda inglés casi sin esfuerzo. Hable inglés con sólo 1.000 palabras. Domine el inglés mientras se afeita…el teniente Colombo lleva más de media vida escuchando estos mensajes, y la otra media intentando dominar el inglés. A pesar de ello, nunca ha conseguido pasar del nivel Intermediate, salvo en una ocasión -y debió ser por error- que alcanzó la calificación de Upper-Intermediate.
“¿No sería más sencillo que los científicos dedicaran todos sus esfuerzos a descubrir una vacuna para aprender inglés, en lugar de estudiar las costumbres del hombre de Neandertal y su efecto en la inclinación de los rayos solares sobre el Golfo Pérsico?”, reflexionaba en voz alta, mientras aparcaba su Peugeot 403 del 55 en zona prohibida.
“Tampoco debe ser tan difícil”, se aventuraba a pensar, al mismo tiempo que trataba de buscar una solución. “Unmm…una vacuna…porqué no…ehhhhh…podría ser algo así como…”: 30 mg de reading, 25 mg de conversation, otros 25 mg de grammar, 30 mg de listening, un poco de excipiente y…¡¡eureka, inglés intravenoso para toda la vida!! Eso sí, conviene consultar al farmacéutico antes de su aplicación y mantener la vacuna alejada del alcance de los niños.

sábado, 17 de septiembre de 2011

PASIÓN ROJIBLANCA, PASIÓN POR LA VIDA

El teniente Colombo siempre ha disfrutado de las pequeñas cosas que tiene la vida y de los detalles que alimentan el espíritu. Le gustan las cosas auténticas, tal y como son, con sus problemas, sus disgustos, sus éxitos, sus sinsabores y sus alegrías. Así es la vida. Así es el Atlético de Madrid (el Atleti), su equipo del alma.

La vida está llena de ilustraciones al estilo cinematográfico. Al teniente Colombo le interesan más las historias de perdedores, y los secundarios, que los protagonistas de las películas. Siente admiración por aquellos que van contracorriente, por los que luchan por unos ideales al margen del poder establecido, por los que consiguen pequeños triunfos -aunque sea de vez en cuando-; por los que nunca lo tienen fácil ni nadie les regala nada. Por eso es del Atleti.

Hay tres personajes que ejemplifican, en su opinión, esa mágica conexión entre el cine y su pasión rojiblanca: el Atticus Finch de Matar un ruiseñor, con un Gregory Peck memorable; el sheriff de Solo ante el peligro, con un Gary Cooper íntegro y crepuscular; y el modesto oficinista C.C. Baxter de El apartamento, con un Jack Lemmon irrepetible. Tres historias sencillas. Tres historias de luchadores.

Así entiende el teniente Colombo la vida, y el fútbol: con autenticidad. Por eso es del Atleti y por eso no le gusta el “merengue”, porque las cosas buenas no empalagan. En la comisaría apenas coincide con nadie por esta pasión. La mayoría de sus compañeros, además del capitán, son simpatizantes “de otro equipo”…

miércoles, 14 de septiembre de 2011

AQUÍ HAY TOMATE

De un tiempo a esta parte, el teniente Colombo se ha hecho agricultor. A pequeña escala, por supuesto. Resulta que lo que empezó siendo un minúsculo esqueje de tomatera (Lycopersicom esculentum), se ha convertido en una planta sana, frondosa y productiva. Los tomates que ha podido recoger hasta el momento, jugosos y de buen sabor, huelen a tomate. Parece algo obvio; pero hoy en día no es fácil encontrar tomates que huelan, y sepan, a tomate. “¿Por qué será?”, se pregunta, perplejo, el teniente Colombo.
Y del precio, mejor no hablar. Ese es otro cantar...y muy desafinado. Va a llegar un momento en el que comprar un kilo de tomates (de los de verdad, de los de toda la vida), va a salir más caro que hacer un crucero por los fiordos noruegos.
El teniente Colombo está orgulloso de su tomatera. Vigila que no le falte agua, que la tierra tenga el refuerzo adecuado de un abono, elimina las ramas que van quedando inservibles….la cuida con cariño. Y, de vez en cuando, la tomatera le recompensa con un fruto rojo, saludable y mediterráneo. Un poquito de sal, aceite de oliva Virgen Extra, unas gotitas de vinagre, unas briznas de orégano molido y, ahelop, a comer.
Entre caso de asesinato y caso de asesinato, el teniente Colombo ha encontrado en esta pequeña y modesta actividad, una forma de relajar su mente y sus nervios. “Los próximos tres tomates que salgan se los llevaré al capitán, para que los pruebe”, dijo esta mañana al levantarse y comprobar los nuevos brotes que habían aparecido.

domingo, 11 de septiembre de 2011

EL SUEÑO DEL CELTA

Hasta este verano (agosto 2011), el teniente Colombo nunca había estado en la República Democrática del Congo, ni en el Putumayo peruano, ni en el cementerio católico de Glasnevin (Dublín, Irlanda). Pero gracias a la novela “El sueño del celta” ha podido recorrer, de la mano de Mario Vargas Llosa, todos esos lugares… tan distantes entre sí.
En este maravilloso recorrido, el teniente Colombo ha contado con un compañero de viaje excepcional: Roger Casement. La aventura arranca en 1903, en el entonces llamado Congo belga, y termina en una cárcel de Pentonville (Londres), una mañana de agosto de 1916.
A lo largo de las casi 500 páginas con que cuenta “El sueño del celta”, Mario Vargas Llosa vuelve a demostrar su habilidad narrativa y su genio para captar la atención del lector desde la primera línea. La novela tiene una fuerza arrolladora. En este caso, ha optado por una crónica periodística, novelada, y extraordinariamente bien documentada. Los hechos históricos descritos -la colonización del Congo belga y la explotación de la selva peruana del Putumayo- tienen un protagonista indiscutible: Roger Casement (cónsul británico, escritor, aventurero e independentista irlandés, 1864-1916).
Sólo con algunas pausas para fumar uno de sus puros, el teniente Colombo no ha podido bajarse ni un minuto de la montaña rusa que es “El sueño del celta”. Las peripecias de Roger Casement, denunciando a la sociedad de la época el proceso de colonización del Congo belga y la devastación del caucho en la Amazonía peruana (asesinatos de indígenas, explotación, torturas, horror…), son descritas por Vargas Llosa a un ritmo frenético, y, una vez más, de forma magistral. “El sueño del celta” es una aventura repleta de sentimientos, pasión, codicia, traiciones, justicia y emociones. Literatura en estado puro.
Tanto ha disfrutado el teniente Colombo con su lectura que al llegar a la comisaría se la ha recomendado a todo el mundo, empezando por el capitán.

jueves, 8 de septiembre de 2011

LEYENDAS DE CINE

El teniente Colombo siempre ha sido un gran aficionado al cine clásico. Sin duda, el director que mejor refleja la esencia del cine, en su opinión, es John Ford. En cuanto a las películas, se decanta por “Una noche en la ópera”, de los hermanos Marx (1935); y “Casablanca” (1942), con la mítica pareja Humphrey Bogart/Ingrid Bergman en estado de gracia.
Entre ambas hay un nexo de unión: hace tiempo que dejaron de ser películas para convertirse en leyendas. Quién no ha gritado en alguna ocasión "...y también dos huevos duros", o quién no ha repetido alguna vez en su vida: “la parte contratante, de la primera parte contratante…”. Y qué decir del final de “Casablanca” (uno de los más famosos de la historia del cine): Louis, tengo el presentimiento de que éste es el comienzo de una hermosa amistad, le decía Rick (Bogart) al corrupto y mujeriego Prefecto de policía (Claude Rains).
El teniente Colombo cree que existen pocas dudas de que los Hermanos Marx y Bogart/Bergman forman parte inexorable de la historia del cine, y que son de esos mitos que hacen que el cine -y la vida- merezcan la pena ser vividos.
Lo único que no le gusta al teniente Colombo cuando va al cine es que no puede fumar…

martes, 6 de septiembre de 2011

PASAJE A LA INDIA (2ª parte, y última)

El teniente Colombo seguía dándole vueltas, como si fuera uno de sus casos de asesinato, a su viaje a la India. Seguía tratando de ordenar sus ideas. El aluvión de estímulos que había recibido durante su voluntariado en Pondicherry había quedado grabado en su memoria para siempre, en forma de imágenes.
Nunca podría olvidar el tráfico (terrible, ensordecedor  y sin normas); la gente aseándose en plena calle (incluyendo la limpieza de dientes); las vacas campando a sus anchas de aquí para allá (y haciendo sus necesidades donde su aparato excretor se lo demanda); las canalizaciones de agua y el alcantarillado (en realidad, la ausencia de él); esos cuervos negros siempre acechantes ante cualquier posibilidad de comida (¡cómo le recordaban la película de Hitchcock “Los pájaros”!); la forma de utilizar sólo la mano derecha para comer (y su continua letanía not spicy, please); el Bazar y las vendedoras de pescado (acompañado siempre de una legión de moscas, contumaces hasta la desesperación); y, sobre todo, el manto de basura y desperdicios que, muchas veces, le hace a uno creer que está viviendo en un escenario irreal.
Hoy, algún tiempo después de haber regresado de la India y estar ya inmerso en su rutina diaria (tenía un nuevo caso encima de la mesa: el asesinato de un amante, por celos, a manos de un marido despechado), estaba convencido de que es imposible ser refractario a este gigantesco país. “Es una realidad que te atrapa nada más aterrizar allí, la India desborda cualquier expectativa”, le dijo, finalmente, al capitán.

domingo, 4 de septiembre de 2011

PASAJE A LA INDIA (1ª parte)

Este verano, durante el mes de agosto, el teniente Colombo decidió desconectar por completo de la comisaría y de la bulliciosa ciudad de Los Ángeles, y se embarcó en un proyecto de voluntariado. En concreto, puso rumbo a Pondicherry, en el sureste de la India, a orillas del Mar de Benghala.
Después de pasar tres semanas allí colaborando en una escuela para niños sin recursos, regresó a la comisaría y el capitán quiso saber qué tal le había ido. Colombo, a modo de preámbulo, le espetó directamente: “mi capitán, no es fácil resumir mi experiencia de voluntariado en la India. Han sido tantos, y tan intensos, los momentos vividos que no sé muy bien por dónde empezar”. Con el dedo índice de la mano izquierda sobre la boca, barruntaba, pensativo, cómo explicar al capitán sus peripecias en la India de una manera medianamente comprensible.
Parece que, por fin, encontró las palabras adecuadas, mientras intentaba recuperar el cigarro que se le acababa de apagar, por tercera vez. “Mi capitán, no creo que haya recetas mágicas, ni infalibles, para enfrentarse por vez primera a una realidad como la India, tan diferente a cualquier otra; no sólo a la nuestra, sino, por ejemplo, también a la Latinoamericana. En la India todo es sorprendente, inabarcable, impactante… y, por qué no decirlo, a veces contradictorio. En muchas ocasiones tiene uno la sensación de ser como ese boxeador aturdido, que está a punto de ser noqueado, y que no sabe muy bien de dónde le viene la lluvia de golpes de su adversario. La India es un bombardeo continuo de estímulos”.
Por fin consiguió encender su cigarro…

viernes, 2 de septiembre de 2011

EL JARDÍN OLVIDADO

“El lugar donde se acurrucó estaba oscuro, pero la pequeña hizo como le ordenaron. La dama le había dicho que aguardara, que aún no estaba a salvo…”. Así comienza la extraordinaria novela que ha terminado de leer el teniente Colombo (buen aficionado a la lectura), y que recomienda fervientemente: El jardín olvidado, de Kate Morton.
La historia se desarrolla en tres lugares y en tres épocas diferentes, a lo largo del siglo XX y principios del XXI. La ejecución narrativa de cada capítulo es magistral. Kate Morton va encajando, de forma milimétrica, las piezas del puzle que, en realidad, es esta novela.
Y en ese juego entrelazado de destinos aparecen unos personajes misteriosos, inquietantes, generosos, inolvidables…, que se desenvuelven en unos escenarios, y en un tiempo, perfectamente conectados entre sí. Cada historia tiene sentido en sí misma, y, al mismo tiempo, en el conjunto de la novela. Kate Morton hace que nuestra imaginación se traslade continuamente, a la velocidad de un Concorde, de Cornualles a Brisbane, y de Brisbane a Londres. En más de una ocasión, el teniente Colombo ha tenido la sensación de estar ante una obra de Antonio López, en la que las 3 ó 4 piezas que la componen encajan armoniosamente en el conjunto global, sin perder su identidad individual.
Eliza, Nell, Nathaniel, la tía Adeline,…son personajes que ya están grabados para siempre en la memoria del teniente Colombo.
En definitiva, leer El jardín olvidado es acercarse a un mundo misterioso y sorprendente. Es adentrarse en una novela maravillosamente bien escrita, que emociona desde la primera página.