El musical Wicked se
estrenó en Broadway hace ya más de una década (en concreto, en el otoño de 2003).
Tres años más tarde desembarcó, con un éxito sin precedentes, en el West End
londinense. Después de varios intentos fallidos, el teniente Colombo pudo
conseguir tickects para este
maravilloso espectáculo en el confortable, y gigantesco, Apollo Victoria
Theatre de la capital británica.
Basado en la novela de Gregory Maguire, Wicked cuenta la fantástica historia de
las Brujas de las tierras de Oz. En el stage
del Apollo Victoria, Emma Hatton y Sophie Linder-Lee dan vida a Élphaba (la
bruja mala del Oeste) y a Glinda (la bruja buena del Norte), respectivamente. El
musical creado por Stephen L. Schwartz, con libreto de Winnie Holzman, atrapa
al espectador desde el primer minuto. Las canciones -de corte clásico-, las grandes
orquestaciones, los distintos números corales, algunas baladas y un par o tres
de canciones enérgicas, marcan los pasajes más representativos de la historia. En
opinión del teniente Colombo, destaca, por encima de todas, Defying gravity, interpretada por
Emma Hatton de una forma admirable y convincente.
“Wicked es un espectáculo visual arrebatador e inolvidable, tres
horas de espectáculo con mayúsculas. Un cuento de hadas fascinante (secuela de la
película El mago de Oz, dirigida por
Víctor Fleming en 1939), repleto de emoción, aventuras, inolvidables números
musicales y sorpresas, muchas sorpresas”, apunta el teniente Colombo, todavía
hipnotizado por la experiencia vivida en el Apollo Victoria Theatre, una tarde
del mes de octubre.
El teniente Colombo –"a su regreso de las tierras de Oz"- ya
está planificando la próxima visita a Londres para disfrutar de otro musical
(quizás la reposición de Miss Saigon…).
Sin duda, es una de sus grandes pasiones.