miércoles, 14 de septiembre de 2011

AQUÍ HAY TOMATE

De un tiempo a esta parte, el teniente Colombo se ha hecho agricultor. A pequeña escala, por supuesto. Resulta que lo que empezó siendo un minúsculo esqueje de tomatera (Lycopersicom esculentum), se ha convertido en una planta sana, frondosa y productiva. Los tomates que ha podido recoger hasta el momento, jugosos y de buen sabor, huelen a tomate. Parece algo obvio; pero hoy en día no es fácil encontrar tomates que huelan, y sepan, a tomate. “¿Por qué será?”, se pregunta, perplejo, el teniente Colombo.
Y del precio, mejor no hablar. Ese es otro cantar...y muy desafinado. Va a llegar un momento en el que comprar un kilo de tomates (de los de verdad, de los de toda la vida), va a salir más caro que hacer un crucero por los fiordos noruegos.
El teniente Colombo está orgulloso de su tomatera. Vigila que no le falte agua, que la tierra tenga el refuerzo adecuado de un abono, elimina las ramas que van quedando inservibles….la cuida con cariño. Y, de vez en cuando, la tomatera le recompensa con un fruto rojo, saludable y mediterráneo. Un poquito de sal, aceite de oliva Virgen Extra, unas gotitas de vinagre, unas briznas de orégano molido y, ahelop, a comer.
Entre caso de asesinato y caso de asesinato, el teniente Colombo ha encontrado en esta pequeña y modesta actividad, una forma de relajar su mente y sus nervios. “Los próximos tres tomates que salgan se los llevaré al capitán, para que los pruebe”, dijo esta mañana al levantarse y comprobar los nuevos brotes que habían aparecido.

1 comentario:

  1. Colombo, estas en el buen camino de afrontar la crisis.

    ahora que has cogido ritmo, animo y a por las lechugas, endivias, esparragos, chipirones en su tinta, y unas patatitas bravas,.. que los japoneses dicen que las cultivan en acuicultura.

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