miércoles, 17 de octubre de 2012

EL DEBATE DE LA INDEPENDENCIA

El presidente de la Generalitat de Cataluña ha puesto sobre la mesa, con contundencia y ciertas dosis de acidez, el debate de la independencia. A decir verdad, no se ha andado por las ramas. La duda que le tiene perplejo al teniente Colombo es si la cosa va en serio, y es un desafío en toda regla, o simplemente es un amagar y no dar para desviar la atención de sus conciudadanos ante los fuertes recortes, presupuestarios y fiscales, aplicados en Cataluña durante los últimos meses (to be, or not be: that is the question, mi querido príncipe Hamlet).

Al respecto, el teniente Colombo tiene muy claro lo siguiente: 1º) Que el Gobierno de España no puede ignorar el debate de la independencia; 2º) Que no se puede obligar a nadie –y menos imponer- a pensar de una determinada manera ni a sentir los colores de una determinada bandera; 3º) Que cuando alguien no está a gusto en un sitio, no se le puede retener por la fuerza; 4º) Que es un disparate tratar de españolizar a nadie; y 5º) Que si la mayoría del pueblo catalán decide, libre y voluntariamente, la autodeterminación, hay que escucharlo y dirimir la decisión mediante el diálogo.

“Ahora bien, si se concreta el 5º supuesto… ¡con todas las consecuencias!”, remata su argumento el teniente Colombo. Con todas las consecuencias de tipo económico, social, empresarial, jurídico, fiscal y extraterritorial. Y es en este punto en el que el teniente Colombo tiene serias dudas del órdago lanzado por el presidente catalán. Dudas porque está razonablemente convencido de que ni el propio Mas, ni su partido, han evaluado y cuantificado con seriedad y rigor las consecuencias, de todo tipo, que tendría su envite si éste llegase a materializarse. Por eso, al teniente Colombo le parece que todo esto es una pataleta “Mas”, un brindis al sol, porque el máximo responsable del ejecutivo español, Mariano Rajoy, no ha atendido las enésimas reclamaciones económicas del Honorable President.

“En fin, veremos en qué queda todo esto, y qué respaldo obtiene el Sr. Mas en los comicios del próximo 25 de noviembre”, masculla el teniente Colombo, mientras se aplica, con escaso éxito, a reanimar uno de sus habanos a medio fumar.

2 comentarios:

  1. De los cinco puntos que el Teniente Colombo señala tener claros, personalmente estoy de acuerdo en los cuatro primeros, pero en cuanto al último no veo ninguna claridad.
    Cuando dice: "si la mayoría del pueblo catalán decide"
    ¿a qué mayoría se refiere?:50% más 1 voto, una mayoría cualificada, ...?
    ¿quién es el pueblo catalán?: los empadronados en Cataluña (si fuera así con cuanta antigüedad), los nacidos en Cataluña (se exige algún tipo de permanencia o sólo nacimiento), los hijos de catalanes aunque no nacidos en Cataluña (se exigiría que fueran catalanes los dos progenitores o únicamente la madre como para la descendencia judía), los que se sientan exclusivamente catalanes y tengan certificado de idoneidad emitido por partido político convenientemente homologado (lease CiU, ERC o similares).
    Teniente necesito luz, ábrame los ojos.

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  2. Pues ahí está el "quizz" de la cuestión, y por eso en el 5º supuesto el teniente Colombo menciona la necesidad de diálogo si la mayoría del pueblo catalán opta por la independencia. ¿Quién es esa mayoría? Los que están empadronados en Cataluña y tienen derecho a votar. No se puede medir de otra forma, es la única manera de cuantificar el asunto. Otra cosa muy distinta son los orígenes de las personas que viven en Cataluña, y, sobre todo, sus sentimientos. Es decir, el Sr. Mas todavía no ha dicho ni una palabra de todos aquellos que viven en Cataluña, tienen derecho a voto y se sienten catalanes... y españoles, y no quieren saber nada de independencia. El Sr. Mas todavía no ha explicado cómo resolvería este "pequeño" detalle: ¿se tendrán que ir de Cataluña? ¿los va a obligar a renunciar a España? ¿los va a excluir a la fuerza de la estructura del Estado español?... por eso, todo esto es un disparate y lo único para lo que sirve es para que un grupo de políticos mediocres sigan viviendo del cuento, después de casi 40 años de democracia, con la dichosa cantinela de la independencia. Los señoritos del PNV, Bildu, EE y personajes afines, primos hermanos de los catalanes. En lugar de ponerse a trabajar de sol a sol para recuperar el crecimiento económico y reducir el paro, dedican su tiempo, esfuerzo (?) y dinero de los contribuyentes a seguir alimentando su "chiringuito". Teniente Colombo (sic).

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