domingo, 4 de diciembre de 2011

TODO POR UN SUEÑO GASTRONÓMICO

La última aventura literaria de María Jesús Romero de Ávila, Todo por un sueño gastronómico (Edición Personal, 2010) es un alarde de honestidad y valentía. Apenas iniciada su lectura, un fogonazo de luz atravesó, de norte a sur y de este a oeste, los recuerdos cinematográficos del teniente Colombo: la mítica secuencia de La quimera del oro, en la que Chaplin se aplica, concienzudamente, a devorar su propio zapato, haciéndose la ilusión de que se está comiendo una suculenta langosta.

El estilo literario de María Jesús Romero hace muy fácil y amena la lectura de la novela. La introducción de un ramillete interminable de recetas aporta, en opinión del teniente Colombo, un ingrediente adicional de cercanía y contraste de vivencias. Hace que la novela sea más jugosa.

La novela está trufada de guiños y coincidencias, a través de un hilo conductor documentadísimo: la gastronomía. Las continuas referencias a los mercados (“la plaza”, como se decía hace algunas décadas), la búsqueda de las mejores materias primas, los restaurantes clásicos y las nuevas propuestas, el esfuerzo por conseguir un buen maridaje entre el vino y cada plato, las sobremesas con sus charlas interminables… De alguna manera, y sin haberlo previsto, el teniente Colombo aparece en la novela.

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