miércoles, 14 de diciembre de 2011

THE COMPANY MEN

The company men, dirigida por John Wells (2010), ha impactado al teniente Colombo. La película trata el drama del paro desde el punto de vista de un alto ejecutivo que pierde su trabajo de la noche a la mañana. Hasta entonces, Bobby Walker (Ben Affleck) vivía el sueño americano: una gran mansión, una buena familia y un Porsche en la puerta de su casa. Sin embargo, cuando la compañía para la que trabaja decide reducir plantilla, tanto él como sus superiores Phil Woodward (Chris Cooper) y Gene McClary (Tommy Lee Jones) poco pueden hacer para ayudarle, porque tampoco ellos tienen asegurado el puesto de trabajo. Todos ellos tendrán entonces que replantearse (reinventarse) sus vidas y su papel como empleados, maridos y padres.
La película ha hecho reflexionar al teniente Colombo, y mucho. Además de contar con un excelente guión y un elenco de actores que bordan sus papeles (a los citados anteriormente se une Kevin Costner, carpintero de profesión y representante en la película de la clase media americana); la cinta, en opinión del teniente Colombo, es un manual de la A a la Z sobre los efectos devastadores del paro.
El film no incide en las causas de la crisis, sino en las consecuencias que ésta tiene sobre un grupo de hombres (el cuarteto protagonista) que, de alguna manera, representan distintas clases sociales. La película es dura y desgarradora, sin concesiones a la galería. Refleja la deshumanización de las corporaciones (grandes, medianas y pequeñas), cuando se trata de mejorar los ratios financieros y atender con el máximo cariño al accionista. En ese momento, cualquiera es prescindible, sin excepción (peones de un tablero de ajedrez). “Y pobre del que piense otra cosa”, reflexiona entre dientes el teniente Colombo.
Menos mal que, al final, el director se apiada del espectador –piensa el teniente Colombo, tratando de encender por enésima vez su primer puro del día, sin éxito- y, con la misma sinceridad con la que discurren los noventa minutos anteriores, lanza al aire un mensaje de esperanza: el viaje de regreso a casa y a la familia; y la satisfacción de volver a empezar y construir algo desde cero. Nada más y nada menos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario