jueves, 8 de noviembre de 2012

DONDE SE ALZAN LOS TRONOS

Ángeles Caso tiene, para el teniente Colombo, un magnetismo especial. Desde que leyó El peso de las sombras (1994), y, más tarde, Contra el viento (2009), quedó seducido por esta genial escritora. Con su última novela, Donde se alzan los tronos (Editorial Planeta, 2012), el teniente Colombo ha vuelto a comprobar la asombrosa capacidad que tiene Ángeles Caso para construir una novela (magnífica), en la que la documentación sobre los hechos narrados, además de ser impecable, es fiel a la realidad histórica en la que se contextualiza; sin dejar de lado apuntes de la propia cosecha de la autora. Como bien advierte en el prólogo, “Esto es una novela. O sea, ficción. Está basada en hechos y personajes reales, pero no todo lo que se cuenta en ella sucedió. Al menos, no de la misma manera”.
Donde se alzan los tronos nos muestra –en opinión de un teniente Colombo algo resfriado- cómo los principales momentos históricos se deciden entre bastidores, a través de intrigas, conspiraciones y movimientos en la sombra, con personajes movidos por la ambición del poder. La historia refleja, de forma muy descriptiva, el día a día en la Corte de Felipe V (primera mitad del siglo XVIII), donde reina la vanidad, el orgullo, la ambición, la falta de escrúpulos, el egoísmo, la traición y la venganza. “Da la sensación de que Ángeles Caso ha radiografiado la sociedad española actual”, opina el teniente Colombo, que ha disfrutado, página a página, de una novela que envuelve al lector con un sinfín de resortes literarios.

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