domingo, 19 de febrero de 2012

EL VALOR DE LA AMISTAD

Hace unos días, el teniente Colombo pudo comprobar, una vez más, lo afortunado que era. Volvió a sentir, con satisfacción, el tremendo valor de la amistad. La AMISTAD con mayúsculas. 40 años después de haberse conocido en los Salesianos de García Noblejas, el teniente Colombo sigue compartiendo, y disfrutando, de buenos momentos con sus amigos de siempre. Con sus amigos de toda la vida.
En este tiempo han recorrido juntos, y por separado, muchos caminos. Han tomado rumbos diferentes. Es ley de vida. Pero todos los caminos, por muy equidistantes que parezcan, convergen en uno solo: en su amistad. Profunda e inquebrantable.
Recientemente, el teniente Colombo leyó una deliciosa entrevista al gran cocinero Abraham García (sancta sanctorum del restaurante Viridiana, en Madrid), hombre cultivado no sólo en el arte culinario, sino también en el literario, en el cinematográfico, en su amor por los caballos y los toros… un hombre inteligente y apasionado. En respuesta a la pregunta sobre lo que valoraba más en la vida, respondió: “Los amigos, muchos amigos, y distendidas sobremesas sin reloj donde compartir versos, canciones, películas, caballos, escotes, alcoholes, habanos y madrugadas”.
El teniente Colombo no puede estar más de acuerdo, sobre todo en lo referente a los amigos y… los escotes.

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