sábado, 11 de febrero de 2012

EL "LINCE" IBÉRICO

El teniente Colombo, meditabundo, metió la mano en el bolsillo de la gabardina, sacó el puro, lo miró y volvió a guardarlo. En esas estaba, cuando se tropezó con la siguiente noticia: “El Gobierno limita el sueldo fijo de los directivos de las entidades financieras que hayan recibido dinero público, y les prohíbe recibir remuneraciones variables durante al menos tres años”.
“Una medida juiciosa, razonable y necesaria; que hay que aplaudir. Ya es hora de que esos linces financieros sufran en sus carnes –y en sus bolsillos- las consecuencias de una mala gestión”, afirma el teniente Colombo, mientras anota algo en su bloc de notas. De camino a la comisaría seguía dándole vueltas al asunto. “Es evidente, pensaba, que una entidad no puede gestionarse como un cortijo privado, máxime cuando ha recibido dinero público”. Item más: el teniente Colombo se cuestiona si esos directivos, que han jugado con el dinero de tanta gente y han puesto en peligro miles de puestos de trabajo, están en disposición de seguir gestionando las mismas entidades, aunque sea cobrando un salario inferior. “¿No deberían ir directos al paro, todos de la mano y en fila india, como los enanitos de Blancanieves?”, se pregunta, indignado, el teniente Colombo.
Lo único que espera el teniente Colombo es que esos directivos damnificados (?) no busquen vericuetos colaterales para compensar la rebaja salarial impuesta por el Gobierno (remuneraciones en especie, disposición discrecional de tarjetas corporativas, planes de acciones, utilización de vehículos, seguros médicos, etc.). “Pero, bueno, es de suponer que el Banco de España, el Tribunal de Cuentas y el Ministerio de Economía vigilarán el cumplimiento escrupuloso de la nueva normativa; aunque no olvidemos que estamos en el país que hizo de la picaresca disciplina olímpica…”, balbucea, entre esperanzado y receloso, el teniente Colombo, mientras pone punto y final a esta reflexión.

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