“Pocos rincones son tan
acogedores y sugerentes como el Paseo del Prado de Madrid. Máxime, si uno pasea
por él una luminosa mañana de primavera, con ese ritmo pausado y despreocupado
que tienen los domingos madrileños”, reflexiona el teniente Colombo, sin descuidar
–con la pertinente medicación- los riesgos de su alergia al polen.
En esta
ocasión, el paseo matinal del teniente Colombo tenía un motivo muy especial:
visitar la exposición Cézanne
site/non-site que ofrece el museo Thyssen-Bornemisza. Su primera inquietud
nada más llegar a la pinacoteca fue conocer el por qué del subtítulo de la
muestra: site/non-site. Le tenía
intrigado. La explicación la obtuvo en el folleto que recogió a la entrada: “el
subtítulo de la exposición, site/non-site,
evoca una pareja de conceptos forjada por el artista Robert Smithson en 1969,
planteando la dialéctica entre el trabajo al aire libre y el estudio. Esa
dialéctica se refleja a su vez en la relación entre paisaje y naturaleza
muerta”.
Ya más tranquilo, se adentró por las diferentes salas para disfrutar
de las obras de uno de los máximos exponentes del impresionismo francés. La
exposición recibe al visitante con el cuadro Retrato de un campesino (uno de los últimos lienzos de Cézanne
antes de su muerte), y avanza con obras que reflejan la naturaleza, paisajes,
bodegones y retratos. Muchas de ellas le transmitieron al teniente Colombo –en esta
ocasión, sin su sempiterna gabardina, ya que el calor empezaba a apretar con
justicia- sensación de soledad y silencio, de quietud y nostalgia; quizás –pensó-
consecuencia de la propia personalidad del pintor.
Finalizada la visita, el
teniente Colombo –en esta ocasión, magníficamente bien acompañado por una
compañera y amiga de la comisaría- recogió su coche de un parking próximo y los
dos, en buena sintonía, pusieron rumbo a la sierra madrileña, donde les
esperaba una comida reparadora y, sobre todo, amistad y conversación.
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