domingo, 16 de junio de 2013

UNA DÉCADA SIN ATTICUS

Se acaban de cumplir diez años de la muerte de Gregory Peck. Diez años de la muerte del actor que representó como ningún otro la quietud y la sobriedad delante de las cámaras. Para el teniente Colombo, Gregory Peck ha sido siempre uno de sus actores favoritos, uno de los “cinco grandes de todos los tiempos”.
Una década después de su muerte, el recuerdo del personaje que lo inmortalizó para siempre sigue vivo en la mente del teniente Colombo: el papel del abogado Atticus Finch, que defiende a un joven negro acusado injustamente de violación en la película dirigida por Robert Mulligan en 1962 Matar a un ruiseñor, que le valió su único Óscar y el reconocimiento por parte del American Film Institute (en 2003) como el mayor héroe del cine americano de todos los tiempos, por delante, incluso, del incombustible Indiana Jones.
Junto con sus valores cinematográficos, la faceta privada de Gregory Peck también ha suscitado el interés del teniente Colombo. Una actitud de compromiso, su activismo antisida, la presidencia de la Sociedad Americana contra el Cáncer o su participación en las protestas contra la guerra de Vietnam, contra las armas nucleares o en favor de los derechos civiles. Valores y planteamientos compartidos por el teniente Colombo.
El teniente Colombo se pregunta si Gregory Peck hubiera podido encajar en el papel de alguno de esos asesinos que tanto dolor de cabeza le dan en la comisaría. “Probablemente no, no resultaría del todo convincente”, concluye el teniente Colombo, mientras le viene a la memoria la secuencia en el porche de la casa de Atticus, en una noche verano, cuando le explica a su hija la importancia de respetar el punto de vista de los demás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario