El diario EL PAÍS publicaba en su contraportada del domingo 1 de junio de
2014 una entrevista de Juan Cruz al seleccionador nacional de fútbol, Vicente
del Bosque; sin duda, uno de los personajes del momento. Y, cómo no, el
teniente Colombo no dudó un minuto en zambullirse en su lectura.
Las preguntas
de Juan Cruz hacían referencia a cuestiones personales, al universo mediático
del fútbol, a los futbolistas y, claro está, al próximo mundial que se
celebrará en Brasil entre los meses de junio y julio. Las respuestas de Vicente
del Bosque reflejan –en opinión del teniente Colombo- la postura de un hombre
sereno, equilibrado, honesto, sensato, cordial, humilde, riguroso y
profesional.
Las respuestas que más llamaron la atención del teniente Colombo
fueron las siguientes: “Un vestuario sano vale más que cien horas de táctica.
Es bueno en cualquier empresa que el empleado esté contento, en el mundo del
fútbol si los chavales están contentos, ganamos”; “Nadie en la vida debe ser
elogiado por su bondad. Todos somos imperfectos”; “Una bronca en público es un
atraso. Y, además, el liderazgo de un tío cabreado no conduce a nada, no vale
para nada. Has de convencer”; “He de ser moderado en los gestos, en el
banquillo y en el campo hay que huir de la chulería”; “La soberbia nos puede
perjudicar”; “Vivimos en un mundo sin sentido, ¿cómo va a ser uno del todo
feliz?”.
“Personas así son las que necesita cualquier sociedad, máxime en esta
época de crispación, ignorancia y corrupción. Además, algunas de las respuestas
de Vicente del Bosque deberían enseñarse –sin tanta pompa ni circunstancia- en
las mejores escuelas de negocios del mundo. Son una auténtica lección de management… y de sensatez”, recalca el
teniente Colombo, tratando de dejar atrás un resfriado que le ha obligado a
rescatar, por unos días, su gabardina del armario.
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