El Boletín Oficial del Estado (BOE)
acaba de hacer públicos los balances de los dos primeros años de gestión del
director del Teatro Real, el belga Gerard Mortier, y los resultados son
demoledores: 2009 se cerró con una pérdida de 417.818 euros y en 2011 se
disparó hasta los 4,9 millones de euros. Entre medias, los 5,3 millones de euros
de 2010.
Además del déficit –profundiza el teniente Colombo en los datos del
BOE- hay un serio problema de tesorería: en 2009 había en caja 1,2 millones de euros;
en 2010 la deuda se disparó hasta 11,8 millones de euros y en 2011 se recondujo
el “agujero” hasta los 4,7 millones de euros. En este apartado destaca,
especialmente, la caída de casi un millón y medio de euros de ingresos por la
venta de abonos: desde la llegada de Mortier ha caído un 16,8%, pasando de
vender en 2009 casi 8,5 millones de euros a dejar la cifra en poco más de 7
millones.
Con independencia de la caída de ingresos por las menores
contribuciones de las instituciones públicas (“al Teatro Real también han
llegado los recortes”, puntualiza el teniente Colombo), la Intervención General
de la Administración del Estado ha puesto de manifiesto que Mortier ha gastado
sin control –en concreto, más de un millón y medio de euros de lo previsto en
2010- y que las medidas del control del gasto no han sido eficaces, en modo
alguno, para respetar los presupuestos aprobados por el Patronato del Teatro
Real anualmente.
A estas alturas del mes de julio el teniente Colombo no tiene
constancia de que Gerard Mortier haya dimitido o haya sido cesado.
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