viernes, 22 de agosto de 2014

LA MIRADA DE LOS ÁNGELES


La mirada de los ángeles (MAEVA Ediciones, 2014) ha sido el primer acercamiento del teniente Colombo al universo literario de la escritora sueca Camilla Läckberg. Y probablemente no será el último.
“A pesar de que la estructura de la novela es compleja y revela diferentes puntos de vista de los numerosos personajes que cruzan la historia, la narración es ágil y la autora demuestra una destreza muy notable al describir y entrelazar los distintos misterios que encierra la trama, con unas últimas 100 páginas absolutamente frenéticas”, opina el teniente Colombo, mientras recuerda la sinopsis de la novela.
Tras la muerte accidental de su hijo pequeño, Ebba y su esposo Mårten se trasladan a la isla de Valö (Vastra Gotaland, Suecia) para rehacer su vida, y se instalan en la granja-escuela en la que vivió la familia de Ebba varias décadas atrás. Pero la tragedia los sigue acechando, y un incendio en plena noche, a todas luces provocado, saca a relucir la terrible historia que pesa sobre la familia de Ebba, que desapareció misteriosamente en las vacaciones de Pascua de 1974, sin dejar rastro. Solo se salvó ella, entonces un bebé de un año, a quien encontraron sola en la casa. Desde ese momento, recibe una misteriosa felicitación el día de su cumpleaños, firmada con una simple G…
Al teniente Colombo le hubiera gustado formar parte de esta enigmática historia, que, sin duda, hubiera puesto a prueba sus dotes de ingenio y sagacidad. En su lugar, la escritora sueca da vida al policía Patrik Hedström, que se encarga del caso. Tanto su colega sueco, como el propio teniente Colombo, consumen buena parte de su tiempo estudiando los movimientos de las víctimas y los sospechosos, las complejas y múltiples intrigas que se plantean, quién ha hecho qué y cómo logrará salvarse, o no… todo ello magníficamente resuelto por la imaginación y la pluma de Camilla Läckberg (*).

(*) El teniente Colombo dedica este post a Clara Ibaibarriaga, gran amiga y confidente, que, de alguna manera, alimentó su pasión lectora hace ya casi tres décadas.

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