Dos años después de la irrupción
en el mercado de “La marca del meridiano” (ver post del 10 de diciembre de 2012), el escritor madrileño Lorenzo
Silva vuelve a poner a prueba la perspicacia y el olfato del brigada Bevilacqua
y la sargento Chamorro, dirigiendo sus pasos hacia una localidad levantina donde
unos turistas encuentran en la playa el cadáver de la joven regidora municipal.
Nada más aparecer en las librerías esta nueva aventura literaria de la pareja
de picoletos Bevilacqua y Chamorro
(“Los cuerpos extraños”, editorial Destino, primera edición, junio 2014), el
teniente Colombo no ha esperado ni un minuto para zambullirse, a pleno pulmón,
en las turbulentas aguas del caso de asesinato y corrupción que, sus colegas de la Guardia Civil, tienen que
resolver en apenas 72 horas.
La novela ha colmado, con creces, las expectativas
del teniente Colombo. “Domina, desde el principio, un ritmo frenético, un
lenguaje castizo y coloquial (muy pegado a la realidad tecnológica de los
nuevos tiempos) y una descripción de los personajes realmente compleja y, en
ocasiones, arrebatadoramente sórdida”,
comenta el teniente Colombo, todavía abducido por la sagacidad y la
perseverancia de un héroe literario como el brigada Bevilacqua.
“Si hay un
escritor que se inspira en la realidad, como punto de partida para construir un
mundo de ficción y una trama criminal que mantiene la tensión del lector hasta
el final, ése es Lorenzo Silva”, concluye el teniente Colombo, mientras
aprovecha las últimas horas de luz de un domingo de julio, caluroso y aburrido,
saboreando un jugoso zumo de tomate.
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